Padre e hija
de Luis Andrés Peña
Esa certidumbre le impedía avanzar, ella no creía poder y fue así que sólo se sentó bajo su árbol viejo, se sacó la ropa, quedó totalmente desnuda y entre las hojas espió al sol y estornudó, regó el pasto que estaba marchito por las heladas de madrugada y por esos sutiles pero violentos rayos de sol de otoño, esa incertidumbre del clima, o ganas de joder quién sabe de quién, le hacia retraerse en viejos y futuros recuerdos, le hacia recordar lo que tuvo y lo que tendrá, lo que en definitiva nunca existió, sintiéndose desposeída pero con una cosa en el mundo, el árbol donde se apoyaba, ese árbol que creía que ella era fruto de él, como también ella creía ser su hija, por respirar gracias a él, por sólo respirar sus desechos, y esa certeza de padre e hija sólo se debía a reciprocidad, reciprocidad que llaman amor, esa reciprocidad era la certidumbre que la mediocrizaba , que le impedía avanzar, irse, ser.
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06 abril 2006
31 marzo 2006
Colores paradojicos
Ultimo dia de Marzo de 2006, el més más prolífero del Sapo Arts. Y un cuento de Luís Andrés Peña, se encarga de cerrarlo.
Colores paradójicos
Pedrito tiene siete años, está pintando de verde su bicicleta que es amarilla como el pasto del jardín de atrás de su casa, el pasto de Pedrito no es verde como el pasto de las casas de la mayoría de la gente, el de él es amarillo por que en su jardín tiene un caballo blanco que se comió todo el pasto, como el pasto no alcanzó a crecer lo suficientemente rápido el caballo de Pedrito se murió de hambre, eso transcurrió hace una semana y el caballo sigue en el jardín, obviamente se esta pudriendo, pero Pedrito parece no percibir ese olor repulsivo, quizás no lo percibe por que ya hace una semana que convive con ese olor... terminó de pintarla, quedo hermosa, ahora es verde como el sol.
Colores paradójicos
Pedrito tiene siete años, está pintando de verde su bicicleta que es amarilla como el pasto del jardín de atrás de su casa, el pasto de Pedrito no es verde como el pasto de las casas de la mayoría de la gente, el de él es amarillo por que en su jardín tiene un caballo blanco que se comió todo el pasto, como el pasto no alcanzó a crecer lo suficientemente rápido el caballo de Pedrito se murió de hambre, eso transcurrió hace una semana y el caballo sigue en el jardín, obviamente se esta pudriendo, pero Pedrito parece no percibir ese olor repulsivo, quizás no lo percibe por que ya hace una semana que convive con ese olor... terminó de pintarla, quedo hermosa, ahora es verde como el sol.
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